Fidelidad

La fidelidad es firmeza, constancia o lealtad; es cuidado en guardar lo que se nos ha confiado; es la convicción de que las Escrituras reflejan fielmente la realidad. La fidelidad bíblica requiere creer en lo que dice la Biblia acerca de Elohym: Su existencia, Sus obras y Su carácter. La fidelidad es un  fruto de Ruach Elohym ; es el resultado del Espíritu obrando en nosotros. Pero el Espíritu es también nuestro sello de fidelidad. Ella es nuestro testigo de la promesa de Elohym de que si aceptamos la verdad acerca de Elohym, Ellos nos salvarán.

Hebreos 11  da una larga lista de hombres y mujeres fieles en el Antiguo Testamento que confiaron en Dios. La comprensión de Abel de Dios hizo que su sacrificio fuera real y auténtico. Noé confió en la palabra de Dios sobre el juicio venidero, así como en la promesa de Dios de salvar a su familia ( Génesis 6-9 ). Abraham y Sara creyeron contra toda evidencia que tendrían un hijo ( Génesis 21:1-34 ). Rahab confió en Dios para proteger a su familia cuando los israelitas destruyeron Jericó ( Josué 6 ). La fe de la semilla de mostaza de Gedeón derrotó a todo un ejército ( Jueces 6-7 ).

En esa lista en  Hebreos 11  es el ejemplo de Enoc, quien "obtuvo el testimonio de que antes de ser alzado agradaba a Yehovah. Y sin fe es imposible agradarle, porque el que viene a Yehovah debe creer que Él es, y que Él es un galardonador de los que le buscan" (vs. 5b-6). La fe, o un compromiso fiel con quien Yehovah dice que es, es básico para caminar con Él. Mientras Yehoshua viajaba, respondió a la fe de la gente y redujo su participación donde no había fe ( Marcos 6:1-6 ).

Enoc entendió que Yehovah recompensa a aquellos que lo buscan y confían en Él con todo su corazón. Confiamos en lo que hace Elohym porque confiamos en Ellos, no al revés. En otras palabras, confiamos en Elohym incluso cuando están en silencio y no vemos milagros. Eso es parte de la fidelidad. Sabemos que Elohym es confiable, firme, verdadero y BUENO TODO EL TIEMPO.

Los santos del Antiguo Testamento también tenían fe en la obra invisible de Elohym ( Hebreos 11:3 ). Abraham nunca vio a sus descendientes llegar a ser “tan numerosos como las estrellas en el cielo”. Moisés nunca entró en la Tierra Prometida. Y ninguno de los santos del Antiguo Testamento vivió para ver a su Mesías. Pero fueron fieles. Ellos creían que Yehovah haría lo que prometió. Vivían por fe y no por vista ( 2 Corintios 5:7 ).

Fidelidad es creer que Yehovah es Quien dice ser y continuar en esa creencia a pesar de los caprichos de la vida. Funcionalmente, eso significa que confiamos en lo que dice Elohym en la Biblia, y no necesariamente en lo que el mundo o nuestros propios ojos nos dicen. Confiamos en que Ellos resolverán todo para bien. Confiamos en que Ellos obrarán Su voluntad en nosotros. Y confiamos en que nuestra situación en la tierra no es nada comparada con nuestra futura recompensa en el cielo. La única forma en que podemos tener tal fe es por la influencia del Espíritu Santo. Ella da testimonio de la verdad y nos impulsa a buscar a Elohym. El Espíritu nos hace fieles al igual que nuestras acciones fieles diarias.